7 creencias populares de la nutrición derribadas por la ciencia

Narrativas y relatos que se transmiten a través de los años, de generación y en generación y suelen estar arraigados en creencias de un grupo determinado. Los mitos o creencias populares son ideas aceptadas por un grupo a lo largo del tiempo, sin base científica que la respalde.

Estos conceptos suelen repetirse en el tiempo para explicar y definir diferentes fenómenos sociales, culturales, religiosos.

Estas ideas persisten debido a la transmisión cultural, el atractivo emocional y la falta de conocimiento crítico o científico. Las funciones de los mitos es intentar explicar, educar y culturizar.

Y la nutrición no se queda aparte. Son muchos los mitos que rodean a la alimentación, qué comer, cuándo comer y cuánto comer. Se han generado muchas teorías sobre alimentos malos y buenos, muchos métodos que intentan definir una manera específica de alimentarse para lograr los objetivos.

En este blog, nuestras especialistas en nutrición nos dan un repaso por los mitos más grandes y las razones de por qué estas ideas no tienen bases.

1) La fruta engorda si la como en la tarde

No es el momento del día lo que afecta al peso, sino más bien la cantidad total de calorías consumidas en relación con el gasto energético diario. Las frutas son alimentos saludables y nutritivos que aportan vitaminas, minerales y fibra, y su consumo moderado es parte de una dieta equilibrada. Lo importante es mantener un balance calórico adecuado y elegir opciones saludables en todas las comidas, incluyendo las tardes.

2) La grasa se transforma en músculo

Es un mito que la grasa se transforme en músculo en el cuerpo. Son dos tipos de tejidos completamente diferentes: la grasa es un tejido adiposo que almacena energía, mientras que el músculo es un tejido contráctil que permite el movimiento. La pérdida de grasa y el aumento de músculo son procesos metabólicamente distintos que requieren estrategias específicas como dieta adecuada y ejercicio regular.

3) Mucha proteína daña los riñones

Los estudios científicos han demostrado que una ingesta alta de proteínas no causa daño renal en personas sanas. Los riñones están diseñados para manejar y filtrar las proteínas que consumimos. Sin embargo, personas con enfermedades renales preexistentes pueden necesitar moderar su ingesta proteica, bajo recomendación médica. En general, una dieta equilibrada con cantidades adecuadas de proteínas es segura para la salud renal.

De acuerdo con la conclusión de la OMS, el panel que estableció los valores de referencia de nutrientes de Australia y Nueva Zelanda concluyó que "no hay evidencia publicada de que una dieta que contenga hasta 2,8 g de proteína/kg/día produzca efectos adversos sobre el metabolismo renal en los atletas. Además, no se ha determinado ninguna asociación conocida entre la ingesta de proteínas y la insuficiencia renal progresiva" Consumir suplementos de proteína me hará ganar más masa muscular

El aumento de masa muscular depende de varios factores, incluyendo el entrenamiento adecuado de fuerza y resistencia, junto con una ingesta suficiente de proteínas a través de la dieta. Los suplementos de proteína pueden ser útiles para alcanzar las necesidades proteicas diarias, pero solo contribuyen a la ganancia muscular si se combinan con un programa de entrenamiento adecuado y una alimentación balanceada.

4) La grasa que comemos se acumula como grasa corporal

El cuerpo metaboliza y utiliza los nutrientes de manera compleja. El exceso de calorías totales, no sólo de grasa, puede conducir al almacenamiento de grasa corporal. La dieta equilibrada y la actividad física regular son clave para mantener un peso saludable.

5) Los alimentos “light” pueden comerse libremente

Es un mito que los alimentos 'light' pueden consumirse libremente sin consecuencias. Aunque estos productos pueden tener menos calorías o grasas que sus versiones regulares, todavía es importante moderar su consumo. A menudo, los alimentos 'light' pueden contener otros ingredientes como azúcares añadidos o edulcorantes artificiales que podrían tener efectos negativos si se consumen en exceso. Es fundamental leer las etiquetas y mantener una dieta balanceada y variada.

6) El jugo de limón o pomelo en ayunas contribuye a la quema de grasa

No hay evidencia científica sólida que respalde esta afirmación. La quema de grasa depende principalmente de un balance calórico adecuado y de hábitos alimenticios y ejercicio regular. El jugo de limón o pomelo puede ser parte de una dieta saludable, pero no tiene efectos mágicos para la pérdida de peso.

7) Cuanto más sudo, más grasa quemo

El sudor es simplemente el cuerpo regulando su temperatura y no está directamente relacionado con la quema de grasa corporal. La pérdida de peso real proviene de un balance calórico negativo, donde se queman más calorías de las que se consumen, independientemente de la cantidad de sudor. El ejercicio aeróbico y una dieta equilibrada son clave para la pérdida de grasa, no la cantidad de sudor.

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