¿Qué da resultados?
Escribamos de verdades incómodas: los resultados en el mundo del fitness. Es un tema complejo, incluso incómodo, porque muchos prefieren desviar la atención. ¿Por qué? Porque los resultados dependen de una infinidad de variables difíciles de controlar. Podemos diseñar el mejor plan del mundo, pero ese plan está condicionado por la edad, el descanso, la alimentación, el estrés, el estado emocional y el historial de movimiento de la persona. Entrenar a alguien que ha sido activo toda la vida no es lo mismo que entrenar a alguien que lleva 30 años sedentario. Y entonces aparece la gran pregunta:
¿Qué funciona realmente?
Y con esta pregunta otra aún más importante para mi¿CrossFit funciona?
La respuesta, lamentablemente, no es tan simple. Hoy "CrossFit" puede significar muchas cosas distintas, porque con los años fueron apareciendo interpretaciones, variaciones y hasta mutaciones del método. Lo que para unos es "CrossFit", para otros es musculación con WOD; para otros, siete mini-entrenamientos intensos; para otros, una mezcla sin estructura; y para otros, simplemente "CrossFit pero mejorado" con un nombre más cool.
Por eso la pregunta es confusa. Pero quizás deberíamos reformularla.
¿Funciona entrenar movimientos funcionales, constantemente variados, a alta intensidad?
¿Funciona comer carnes y verduras, nueces y semillas, algo de fruta, poco almidón y nada de azúcar?
¿Funciona practicar los levantamientos principales, trabajar el peso corporal, jugar y aprender nuevos deportes?
La respuesta, al menos desde mi experiencia, es sí. Pero entendiendo bien para qué fue creado CrossFit. Porque algo funciona solo si cumple su propósito.
En mis primeros años haciendo CrossFit, debo ser honesto: creo que hacíamos otra cosa. No seguía la esencia del método; seguía mi propia versión. Me movía mucho, sí. Me divertía, sí. Entrenaba duro, muy duro, casi siempre demasiado duro. Pero no escalaba, no regulaba, no aprendía cosas nuevas, no cuidaba mi alimentación. Hacía “mi CrossFit”, pero no el CrossFit pensado para desarrollar fitness de por vida.
Eventualmente me estanqué.
Eventualmente me lesioné.
Eventualmente entendí que mi interpretación no funcionaba.
Con el tiempo, exposición, cursos, conversaciones, estudios y muchos errores, comencé a entender su verdadera intención. Empecé a adoptar el escalamiento inteligente, la búsqueda del virtuosismo, el foco en la calidad del movimiento, la regulación de la intensidad, la intención detrás de cada entrenamiento. Dejé de competir todos los días y empecé a entrenar. Dejé de improvisar y empecé a comprender. Mi visión cambió. Mi cuerpo cambió. Mi salud cambió.
A mis 44 años puedo decirlo con claridad: CrossFit funciona.
No porque me dé récords personales (que ya no me interesan), sino porque me mantiene competente para la vida. Porque puedo practicar jiu jitsu con energía. Porque duermo bien. Porque puedo jugar con mis hijas. Porque puedo moverme sin dolor. Porque mi cuerpo responde.
Eso es “funcionar”.
¿Estoy en mi mejor forma física de la vida? No lo sé.
¿Estoy en la forma justa para mi edad y mis responsabilidades? Sin duda.
La pregunta que al menos para mi es más importante¿Tengo la convicción de que si sigo entrenando así, podré llegar fuerte y capaz a los 60, 70 u 80 años? Absolutamente.
Porque para eso CrossFit sí funciona.
Entendí CrossFit equivocándome. Lo valoré cuestionándolo. Lo viví de manera intensa, hasta que eventualmente lo comprendí.
Y está bien. Porque a veces necesitamos encontrar todas las formas incorrectas de hacer algo para finalmente descubrir cómo sí funciona. Y hoy, al mirar hacia adelante, tengo absoluta claridad:
Quiero que CrossFit me mantenga competente a través del envejecimiento.
Nada más.
Y nada menos.

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