No es solo entrenar: es elegir con quién vivirlo

Si alguna vez sentiste que “no te resulta” entrenar, no es (solo) el plan: es el entorno. Hoy voy a darte las claves para entender por qué elegir un círculo seguro —personas que te cuidan, te empujan y celebran tus avances— puede cambiar el rumbo de tu vida. Verás cómo entrenar con la gente correcta multiplica tu energía, vuelve el hábito sostenible y convierte el “tengo que” en “quiero estar ahí”. Si eliges bien con quién pasas tu tiempo, eliges hacia dónde vas.




Por Psicólogo Juan Sanguesa

La única decisión que realmente importa

La vida nos presenta una lista interminable de cosas que no podemos controlar: la genética que heredamos, el clima, la economía, las decisiones de otros, el tráfico de la mañana, y un largo etcétera.

Pero hay algo que sí podemos elegir: con quiénes vamos a relacionarnos en ciertos ámbitos.

No me refiero a relaciones casuales o conocidos del trabajo. Me refiero a tu círculo íntimo, las personas que ves regularmente, con quienes pasas tu tiempo libre, tus amigos cercanos y tu familia.

Cuando el entrenamiento se vuelve familiar

Mi hijo menor, Samuel, tiene 16 años y es más fuerte que yo.

Su PR de sentadilla es de 75 kilos (hasta ahora). Yo alguna vez logré 50 kilos, pero ahora estoy incluso por debajo de esa marca (aunque intentando subir de a poco, luego de algunas lesiones).

Entre mis mejores recuerdos en Acción están esas clases de levantamiento en que entrenábamos juntos (a veces se nos unía Dante, su hermano mayor, que también es súper fuerte).

Entrenar y esforzarte por superar límites es muy bueno...

Pero cuando lo haces con tu familia o amigos, compartiendo esos momentos de esfuerzo y superación, todo cambia. Es algo mucho más satisfactorio y transformador.

Las dinámicas familiares se relajan. En el levantamiento, no importaba que él fuera más fuerte que yo, o que yo tuviera más experiencia. Ambos estábamos enfrentando nuestros propios desafíos, cada uno empujando sus límites.

Se crean recuerdos compartidos únicos. No solo el ejercicio en sí, sino la satisfacción compartida, las celebraciones cuando alguno lograba un PR, el apoyo mutuo cuando fallábamos un intento.

El ejemplo parte desde la acción y no del discurso. No era "deberías hacer ejercicio" sino "hagamos esto juntos". La disciplina y el esfuerzo dejan de ser un mandato familiar y se convierten en una experiencia compartida.

El entorno como decisión estratégica

Elegir tu entorno no es algo que sucede por casualidad. Es una decisión estratégica que requiere intención.

Piénsalo así: si quieres aprender un idioma, te rodeas de personas que lo hablen. Si quieres mejorar profesionalmente, buscas mentores y colegas que te desafíen. Si quieres ser más saludable... ¿con quién eliges pasar tu tiempo?

Un entorno diseñado para el bienestar no significa perfección. Significa estar rodeado de personas que:

  • Priorizan su salud 

  • Ven los desafíos como oportunidades de crecimiento

  • Celebran pequeñas victorias y te apoyan durante las dificultades

  • Tienen conversaciones que te inspiran en lugar de drenar tu energía


Por qué el Box es diferente a un gimnasio tradicional

En un gimnasio tradicional, cada persona está en su burbuja. Llegan, hacen su rutina, se van. Mínima interacción, conexiones superficiales.

En nuestro box sucede algo diferente: se crea una micro-sociedad temporal cada día.

Te esfuerzas junto a las mismas personas. Celebras cuando alguien logra su primer pull-up. Te apoyan durante el último round cuando ya no queda casi nada en el tanque. Compartes la satisfacción de completar el trabajo.

Este tipo de entorno social crea algo poderoso: normaliza y enaltece el esfuerzo y la superación.

Cuando estás rodeado de personas que constantemente están empujando los límites de su zona de comfort, tú también empiezas a ver los desafíos como algo natural, no como algo que hay que evitar.

La responsabilidad compartida

Una de las cosas más valiosas de entrenar en familia o en comunidad es la responsabilidad compartida.

Cuando solo dependes de tu propia motivación, es fácil encontrar excusas: "estoy cansado", "hace frío", "tengo mucho trabajo".

Pero cuando hay otras personas contando contigo, cuando tu ausencia se nota, cuando formas parte de algo más grande que tu comodidad momentánea, la ecuación cambia.

No se trata de presión externa o culpa. Se trata de pertenencia y compromiso mutuo.

Creando espacios seguros para crecer

Lo que hace especial a un entorno saludable no es que todos sean "perfectos" o súper atletas. Es que sea un espacio seguro para crecer.

Un espacio donde:

  • Puedes intentar algo nuevo sin sentirte juzgado

  • Los errores se ven como parte del aprendizaje

  • Tu progreso se mide contra tu versión anterior, no contra otros

  • Las diferencias de nivel se celebran en lugar de crear jerarquías


La decisión más importante del día

Al final del día, de todas las decisiones que tomas, la más influyente puede ser esta: ¿con quién eliges pasar tu tiempo?

Y esa elección puede cambiarlo todo.

Para mí, los días en que voy a entrenar a Acción e invierto 1 hora en mi salud y bienestar, son días en que los efectos se sienten después todo el resto del día. 

Y estoy convencido que no es solo el esfuerzo de completar el WOD del día, sino el hecho de haber realizado ese esfuerzo junto a mis compañeros, para luego compartir -aunque sea por el fugaz momento de chocar los puños al final de la clase- la satisfacción de haberlo completado.


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