Las 5 mejores lecciones de liderazgo que me enseñó Crossfit

Algunas de las mejores lecciones de liderazgo no vienen de un MBA, un seminario con exponentes connotados o de una sesión estratégica con el directorio. Vienen de un lugar que no asociamos normalmente al liderazgo: El suelo de un box de CrossFit, entre el sudor, el magnesio en las manos y los gritos de apoyo cuando alguien está peleando por sus últimas repeticiones.

Por Javier Montenegro, Psicólogo - Level II CF

En el mundo corporativo, tendemos a hablar de liderazgo en términos abstractos: visión, estrategia, “decision makers”, benchmarks y cuanto concepto se nos ocurra del “lenguaje del éxito”. Pero el liderazgo real no se construye en las presentaciones de Canva, sino en los momentos en que las cosas se ponen difíciles. Es estar presente, empujar cuando toca, levantar a otros cuando lo necesitan. Y si hay un lugar donde esto se vive de manera visceral, es en una clase de CrossFit.

Aquí te dejo las 5 lecciones que me enseñó Crossfit:

1. Los líderes no dirigen desde un escritorio, se arremangan y trabajan codo a codo

En CrossFit, los mejores coaches no se limitan a contar repeticiones. Demuestran el movimiento, se meten bajo la barra, prueban sus propias clases y disfrutan los entrenamientos junto a su comunidad.

En el mundo laboral deberíamos aspirar a algo similar. Un estudio de la Harvard Business Review refuerza que los líderes más efectivos practican el "servant leadership", un enfoque donde el líder está al servicio de su equipo, no al revés. La gente no sigue títulos, sigue ejemplos. No puedes exigir esfuerzo si no estás dispuesto a ponerte en la primera línea con tu equipo cuando es necesario, y es que hay algo ancestral en seguir a quien hace, no a quien dice.

2. La cultura le gana al talento, siempre

He visto Coaches con un talento brutal fracasar en un entorno tóxico. Y también he visto a personas promedio superar límites porque estaban rodeadas de la gente correcta. En las empresas pasa lo mismo. Peter Drucker lo dijo mejor que nadie: "Culture eats strategy for breakfast." Puedes contratar al mejor talento, pero si tu cultura corporativa no lo potencia, se va a estancar o, peor aún, se va a ir… En cambio, cuando creas un entorno basado en el apoyo, la exigencia bien entendida y un propósito compartido, la gente se queda, se esfuerza y crece. Si quieres profundizar en el poder de las expectativas positivas, te recomiendo darle una mirada al concepto de “Efecto Pigmalion”.

3. Feedback: Un regalo, no un ataque

Si has hecho CrossFit, sabes lo que es recibir correcciones todo el tiempo. Baja más la cadera. Activa el core. Agarra la barra con “Hook grip” y un largo etc de correcciones. Y los coaches, claramente no lo hacen para molestarte, sino porque creen que puedes mejorar.

En el trabajo, el feedback debería verse igual. Gallup encontró que los empleados que reciben feedback constante y constructivo tienen 3.6 veces más compromiso que aquellos que no lo reciben. Un buen líder no evita conversaciones incómodas; las busca, porque sabe que en la incomodidad está el crecimiento. Si te gusta el estoicismo, Marcos Aurelio decia algo similar hace un par de milenios atras: “Lo que se interpone en el camino se convierte en el camino”.

4. Nadie llega solo a la Meta

Uno de los momentos más potentes en una clase de CrossFit es cuando el primero en terminar el WOD no se va a tomar agua, sino que vuelve y se pone al lado del último para alentarlo hasta que termine En el box la cultura de “nadie termina hasta que todos terminan” es una maxima que esta al centro de lo que nos representa. Eso, para mi, es liderazgo. Eso es equipo.

MIT Sloan Management Review encontró que las empresas con culturas de colaboración no solo innovan más, sino que también superan en rentabilidad a su competencia. En el trabajo, tu misión no termina cuando logras tus objetivos, sino cuando ayudas a que todos lleguen también, o al menos esa deberia ser la brujula de todo lider que se considere efectivo.

Entender que el exito esta en el cumplimiento de objetivos macro por sobre la victoria individual es un paso que todo lider debe dar si quiere prosperar en su rol.

5. La Resiliencia no es un don, es un músculo que se entrena

Todos hemos estado ahí. El momento en que te tiritan la piernas, falta el aire y todo tu cuerpo te pide que pares un segundo. Pero no paras. Sigues. Porque sabes que si aguantas un poco más, te vuelves más fuerte. En el liderazgo, la resiliencia es lo mismo.

Angela Duckworth, con su investigación sobre grit (Perseverancia y pasión podria ser una traducción medianamente apropiada), demuestra que los más exitosos no son los más inteligentes o los más fuertes, sino los que siguen avanzando cuando las cosas se ponen difíciles.

En el trabajo pasa lo mismo: los mercados cambian, los fracasos ocurren, la competencia es descarnada. Pero los líderes que marcan la diferencia no son los que evitan la incomodidad, sino los que la atraviesan y crecen con ella. Otra de mis frases favoritas aca: “Es dificil ganarle a alguien que no se rinde nunca”

La cancha del box de CrossFit es un maestro brutal pero honesto. Te pone a prueba, te desafía y, si prestas atención, te enseña exactamente lo que se necesita para ser un gran líder.

El liderazgo real no ocurre en reuniones ni en discursos motivacionales. Sucede en el momento en que todo en ti quiere parar, pero decides seguir. En la manera en que recibes feedback sin ego, porque sabes que mejorar es más importante que sentirte cómodo. En cómo entiendes que el talento sin la cultura correcta se desperdicia, pero una comunidad fuerte puede hacer que alguien ordinario logre cosas extraordinarias. Así que la próxima vez que enfrentes un desafío—en el trabajo, en el box o en la vida—recuerda esto: la resiliencia se entrena, el liderazgo se demuestra y la diferencia entre ganar o perder suele ser simplemente no rendirse."