Aprende a regular tus emociones con Crossfit
Estoy retomando el entrenamiento luego de un descanso “forzado” post cirugía, por lo que estoy lejos de mover los pesos que antes levantaba en los ejercicios. El solo hecho de ver los discos que puse en la barra me hace sentir una mezcla de impaciencia, frustración, aunque sé bien que lo mejor es ir de a poco para evitar lesiones innecesarias.
Por Psicólogo Juan Sanguesa
El timer suena. 3, 2, 1... ¡Go!
Estamos a punto de comenzar el WOD de hoy: 15, 12 y 9 repeticiones de push-press, con dos minutos de descanso entre series.
Parece demasiado simple… Hace unos minutos, leyendo la pizarra, mi mente no computaba que no hubiera al menos algún otro ejercicio para alternar con los push-press.
En fin.
Tomo la barra para la primera rep. No está tan difícil… Sin embargo, a medida que avanzo, la cosa se pone cada vez más pesada. Para la décima, subir la barra se ha transformado en una batalla épica entre mente y cuerpo.
En este momento recuerdo por que me gusta tanto el CrossFit. Es esa mezcla de adrenalina y satisfacción al superar los propios límites… (incluyendo las dudas sobre mi capacidad de realizar el trabajo).
¿Voy a lograr completar las 15 repeticiones?
Respiro hondo. Me enfoco. Una rep más. Y otra. Y otra.
Logro completar las 15. Dejo la barra en el rack con casi nada en reserva. Miro el reloj: dos minutos antes de la siguiente serie. Dos minutos de tensión interna entre los polos de la determinación y la resignación.
Es en estos momentos donde el CrossFit se transforma en mucho más que un entrenamiento. Se convierte en una escuela de vida, un campo de entrenamiento para la regulación emocional y la resiliencia.
Ahora, ¿Cómo el CrossFit nos enseña a lidiar con la frustración, a desarrollar paciencia y a construir una resiliencia que va más allá del box?
- CrossFit vs. Frustración: Una batalla diaria
Cada WOD es un desafío. A veces el peso parece imposible, otras veces el tiempo nos juega en contra. La frustración es inevitable, pero aprendemos a manejarla.
Un estudio publicado en The Journal of Experimental Biology examinó cómo los individuos manejan el displacer asociado con el ejercicio intenso [1].
Los investigadores descubrieron que la capacidad de tolerar la incomodidad y continuar el ejercicio está directamente relacionada con la regulación emocional.
En otras palabras, al persistir en nuestro esfuerzo a través de un WOD difícil, estamos entrenando nuestra capacidad para manejar la frustración.
Cada vez que realizamos un entrenamiento desafiante, estamos aumentando nuestra fortaleza mental. No solo mejoramos nuestra capacidad para manejar la frustración en el box, sino que desarrollamos una habilidad que se traduce directamente a cómo enfrentamos los obstáculos en la vida cotidiana.
- Paciencia y perseverancia: El verdadero "tiempo bajo tensión"
En CrossFit, los resultados no llegan de la noche a la mañana. Ese muscle-up, ese PR en el snatch, requieren semanas, meses, a veces años de práctica constante.
Cada entrenamiento es una lección de paciencia. Aprendemos que el progreso es gradual, pero constante. Una habilidad que se traduce directamente en cómo enfrentamos los desafíos de la vida cotidiana.
- La comunidad CrossFit: Nuestro salvavidas emocional
¿Alguna vez has notado cómo te sientes más motivado cuando entrenas con otros? No es solo tu imaginación.
Cuando estás en la última ronda de un AMRAP brutal, escuchas a tus compañeros animándote. Esa conexión, ese apoyo mutuo, se convierte en un pilar de nuestra fortaleza emocional. Nos enseña que no estamos solos en nuestras luchas, ya sea en el box o en la vida.
En resumen, el CrossFit no es solo un entrenamiento para el cuerpo, es un gimnasio para la mente. Cada WOD nos desafía a manejar la frustración, a cultivar la paciencia y a apoyarnos en nuestra comunidad.
Estas habilidades, forjadas en el fuego de los burpees y los thrusters, se convierten en herramientas invaluables en nuestra vida diaria. Nos ayudan a enfrentar los desafíos con resiliencia, a perseverar en nuestras metas y a recordar que no estamos solos en nuestras luchas.
Así que la próxima vez que te enfrentes a un WOD brutal, recuerda: no solo estás construyendo músculo, estás fortaleciendo tu mente, creando un blindaje emocional ante la frustración.
Y eso, creo yo, es uno de los mayores beneficios de nuestro deporte para la salud mental.
Referencia:
[1] Hartman, M. E., Ekkekakis, P., Dicks, N. D., & Pettitt, R. W. (2019). Dynamics of pleasure–displeasure at the limit of exercise tolerance: conceptualizing the sense of exertional physical fatigue as an affective response. The Journal of Experimental Biology, 222(3), jeb186585.
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