Cómo entrenar tu mente con Mindfulness

Mindfulness: un concepto bastante repetido estos últimos años que viene desde el mundo de la psicología y tiene que ver con un estado mental en el que estamos completamente presentes y conectados con nuestra experiencia, interna o externa, en el momento en que está ocurriendo.

Basado en blog de Juan Sangüesa (Psicólogo y Embajador de Acción) 

DESCARGA AQUÍ LOS 4 CONSEJOS PARA LLEVAR A CABO LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS

Mindfulness trata de una forma de captar lo que sucede con mayor claridad, nitidez y fluidez. He aquí algunos ejemplos de situaciones que, a lo mejor, has experimentado y que suelen producir este estado del que estamos hablando:

- Contemplar la puesta de sol

- Caminar en un bosque o la montaña, apreciando la belleza del entorno

- El nacimiento de un hijo

- El momento justo antes de que comience el concierto de tu banda favorita

- El reencuentro con alguien muy querido a quien no veías hace mucho tiempo

En el ámbito de la investigación científica, el término mindfulness puede hacer referencia a una de 3 cosas:

Un estado mental

Un rasgo (o disposición)

Un conjunto de prácticas de entrenamiento mental

¿Qué tienen en común situaciones como estas? Generalmente nuestra atención se dirige de forma más intensa a lo que está sucediendo y captamos con mayor nitidez los detalles de nuestra experiencia.

Sensaciones, emociones, colores y formas cobran vida de forma vívida, como el paisaje urbano en la mañana después de un día de lluvia. Son momentos de contemplación en que no estamos analizando, ni comparando, ni resolviendo problemas en nuestra mente, sino que solo estamos abiertos a la experiencia momento a momento.

Ahora, este estado no solo puede surgir en situaciones agradables. ¿Alguna vez has tenido un accidente o has estado en una situación de peligro? ¿Cómo fue tu experiencia en ese momento?

Probablemente esa percepción sensorial cambió totalmente. Es como si todo estuviera sucediendo en cámara lenta, con tus sentidos completamente abiertos, con una claridad y nitidez extremadamente acuciadas, sin sentir miedo ni dolor.

En suma, es un estado de máxima claridad, foco, conexión con la experiencia del momento y equilibrio interno (o ecuanimidad).

Ahora, si te fijas en estos ejemplos, probablemente vas a estar de acuerdo en que generalmente se trata de un estado que surge espontáneamente en este tipo de situaciones y no algo que creamos intencionalmente.

¿Qué tal sería poder crear ese estado a voluntad, sin tener que necesariamente tener 30 (o más) hijos, o ir a ver la puesta sol todos los días, o buscar tener accidentes a cada rato?

Las prácticas de mindfulness engloban un amplia gama de ejercicios y técnicas de meditación. Acá vamos a destilar los elementos esenciales que hacen que una práctica pueda ser considerada como mindfulness.

Recordemos los elementos que caracterizan al estado mental correspondiente y que vimos anteriormente.

Shinzen Young, destacado instructor de mindfulness e investigador en el campo de las neurociencias contemplativas, ha definido mindfulness como 3 habilidades atencionales trabajando en forma simultánea:

Poder de concentración

Claridad sensorial

Ecuanimidad

Toda práctica puede llevarse a Mindfulness

Esta definición nos da una mayor claridad conceptual a la hora de hablar de este tema.

Si te fijas en las situaciones que describí antes, son el tipo de situación que nos “obliga” de un modo u otro a enfocarnos en lo que sucede (concentración), amplificando la nitidez sensorial (claridad) y forzando un poco un estado de aceptación o “no-reactividad” (ecuanimidad).

Lo bonito del modelo es que estas 3 habilidades son, al igual que cualquier otra habilidad, entrenables. Es decir, podemos desarrollarlas de forma específica con ejercicios mentales.

Esto es similar a lo que hacemos al entrenar el cuerpo. Por ejemplo, si queremos desarrollar fuerza, intentaremos levantar más kilos en la barra en cada sesión. Entonces, cualquier práctica que desarrolle estas 3 habilidades: poder de concentración, claridad sensorial y ecuanimidad es una práctica de mindfulness.

Lo mejor es que con el tiempo, este tipo de entrenamiento mental, va desarrollando el rasgo (trait) mindfulness, que es lo mismo que decir que ahora ya el estado por defecto de nuestra mente es más cercano a esa conexión con el momento presente que hemos descrito, y esa es la tercera acepción del término.

DESCARGA AQUÍ LOS 4 CONSEJOS PARA LLEVAR A CABO LA PRÁCTICA DE MINDFULNESS

Comentarios

Entradas populares de este blog

Salud mental & deporte: ¡Potencia tu tenacidad!

Buscando la incomodidad para potenciar la salud mental