El poder del estado de ánimo: ¿Qué hacer para sentirnos mejor?
Nuestra reacción ante diferentes hechos están en gran manera filtradas, y mediadas por nuestro estado anímico. Una misma acción para cada persona puede representar diferentes cosas y éstas generalmente se ven condicionadas por cómo estamos o nos sentimos.
La RAE define el estado de ánimo como el “conjunto de sentimientos y emociones de una persona en un momento determinado”. Esta es, entonces, la disposición emocional o el sentimiento predominante que una persona experimenta en un momento dado.
Ese estado puede variar de persona a persona y de un momento a otro ya que puede ser influenciado por una variedad de factores, como experiencias personales, situaciones externas, procesos fisiológicos del cuerpo.
Esto altera la percepción de la realidad. Es decir, dos personas con el mismo resultado pueden tener dos interpretaciones de lo que lograron. Esto va ligado directamente a nuestro sistema de creencias (ideas de cómo son las cosas y cómo deben ser). “No vemos las cosas como son, sino como nosotros somos” (Immanuel Kant)
CAMBIOS EN EL ESTADO DE ÁNIMO
Los cambios en el estado de ánimo pueden estar gatillados por muchas cosas que ocurren en el día a día.
Vienes de pasar un momento agradable, te aceptaron en un nuevo trabajo, tuviste un entrenamiento donde te sentiste a gusto. En seguida tu estado de ánimo mejora. Te sientes cómodo, se regularon tus niveles de cortisol y ves el mundo con más calma y sensación de felicidad. Si en ese momento recibes una mala noticia, eres capaz de tolerar y ser reflexivo, no reaccionas negativamente y manejas tus emociones con mayor claridad.
Ves el lado positivo o al menos la solución, a eso que estás viviendo. Todo esto, por cierto, por un tiempo limitado. ¿Cómo extender y sentirnos por más tiempo con ese estado de ánimo? Se trata de un trabajo permanente de entender cómo funcionamos y qué cosas nos afectan.
Cuando recibimos una noticia a nivel personal, o un ejemplo tan simple como el fútbol: Tu equipo gana y todo es mejor; tu equipo pierde y todo es malo. Cosas sencillas pero que, en definitiva, permean en cómo nos sentimos y por tanto en cómo enfrentamos las cosas que nos pasan.
CÓMO FUNCIONA EL ESTADO DE ÁNIMO
Quien está a cargo de nuestras interpretaciones es el Sistema Reticular Activador, que desempeña un papel fundamental en el proceso de atención y percepción. Esto ocurre por la intervención del tallo encefálico, la parte más primitiva y básica del cerebro, que filtra todo aquello que ocurre en la realidad y selecciona aquello que le interesa. “Lo que el corazón desea de verdad, la mente se lo acaba mostrando”, comenta el Doctor Mario Puig. En esa línea, nuestra mente hace todo lo posible por poner su foco en tus intereses.
Este mecanismo puede explicar por qué las personas tienden a notar ciertas cosas en su entorno, especialmente cuando esas cosas están relacionadas con sus preocupaciones, necesidades o intereses actuales. Por ejemplo, una mujer embarazada puede notar más a menudo a otras mujeres embarazadas o bebés porque su mente está enfocada en la maternidad. Del mismo modo, un hombre lesionado puede ser más consciente de otras personas con lesiones o yesos debido a su propia experiencia personal.
Este proceso de filtrado del SRA no solo se aplica a situaciones específicas como el embarazo o las lesiones, sino que también puede influir en cómo percibimos el mundo en función de nuestras creencias, valores y experiencias pasadas. En resumen, el Sistema Reticular Activador ayuda a nuestras mentes a enfocarse en información relevante para nosotros en un momento dado, lo que puede afectar nuestras interpretaciones y percepciones de la realidad.
¿PREDISPOSICIÓN NATURAL O DESARROLLO DE UNA ACTITUD?
Lo curioso de este fenómeno es que hay gente con una predisposición natural a un estado de ánimo positivo, incluso sin circunstancias externas positivas que fundamenten esa forma de actuar. Esto puede estar relacionado a factores genéticos, actitudinales, experiencias de vida, y el carácter o madurez que uno va desarrollando.
El carácter se refiere a las características distintivas y duraderas de una persona que determinan su forma de pensar, sentir y comportarse en diversas situaciones. Es una parte fundamental de la personalidad y se desarrolla a lo largo del tiempo a través de las experiencias, valores, creencias y acciones de una persona.
A diferencia de las emociones, que pueden ser temporales y fluctuar en diferentes situaciones, el carácter es más estable y consistente a lo largo del tiempo. Es una parte integral de la identidad de una persona y puede influir en la forma en que se relaciona con los demás, toma decisiones y maneja desafíos.
El desarrollo del carácter está influenciado por factores como la educación, el entorno familiar, las influencias sociales y culturales, y las experiencias de vida. Las personas pueden trabajar conscientemente en fortalecer su carácter a través de la autorreflexión, la práctica de la empatía y la toma de decisiones éticas. Cultivar un carácter sólido y positivo es importante para vivir una vida significativa y contribuir de manera constructiva a la sociedad.
¿Cuál sería la tarea? Analizar nuestro sistema de creencias, ¿Cómo veo las cosas? ¿Qué es importante para ti? ¿Qué principios guían tus decisiones? Revisa tus acciones diarias ¿A qué le dedicas más tiempo? ¿Qué actividades disfrutas haciendo? Presta atención a tus emociones y trata de entender qué desencadena esta reacción. Habla con otras personas y descubre nuevas perspectivas. Sé tolerante a las acciones de los demás.
Una vez respondiendo estas cosas, podemos ir un poco más allá y armar una lista de acciones diarias que nos hacen sentir bien y que nos permitan mantener a raya nuestro estado de ánimo. (Nosotros te damos algunas ideas de cómo sentirte mejor en tu día a día al final del blog).
Los estados de ánimo pueden tener un impacto significativo en el bienestar emocional y en el comportamiento de una persona. Por lo mismo, lo que hacemos en nuestra vida y por nuestro bienestar es clave: El descanso, la alimentación, las relaciones sociales son también factores que intervienen para dar luz a ese estado de ánimo.
En Acción vemos el deporte como una herramienta más del bienestar. Sabemos que surgen diferentes procesos fisiológicos y químicos que van manteniendo en equilibrio los niveles de cortisol (hormona encargada de regular los niveles de estrés), lo que hace que al final de nuestro entrenamiento nuestra mente esté más liviana y con una buena disposición a las cosas que nos vayan pasando durante el día.
A continuación te dejamos una guía especial con 15 maneras de mejorar tu estado de ánimo y sentirte mejor.
Comentarios
Publicar un comentario