El deporte: una instancia que nos conecta

En una sociedad donde cada vez hay menos tiempo para la socialización, el deporte se convierte en un recurso especial. Se trata de un agente socializador que reúne a personas, con una sola pasión en común: la práctica de una actividad física.

Dentro de su ponencia, una deportista profesional cuenta la sabiduría que encontró con el deporte y profundiza en algunos rasgos que según su experiencia hacen que el deporte se convierta en una actividad esencial, sobre todo en estos tiempos.

Para Vanessa Veiga, el deporte es “una escuela de valores”; es decir, nos da diariamente lecciones sobre esfuerzo, pasión y trabajo por objetivos.

Es conocerse, entenderse, aprender de uno mismo. Es desafiarse, es exigencia pero también es satisfacción. Estas cualidades son muy rescatables para nosotros sin embargo, todo esto se ve aún más potenciado cuando entendemos que el deporte nos une y nos conecta; el factor socializador se vuelve uno de las características que nos pone la piel de gallina.

Valores

Algo que hace que el deporte nos conecte los unos con los otros es su capacidad de fomentar valores positivos; el trabajo en equipo, el respeto y la disciplina. Cuando hacemos un deporte aprendemos a trabajar juntos. En el CrossFit, el trabajo tiene un sentido de equipo, cada clase busca ayudarse y apoyarse. Es parte de la cultura.

Esta serie de cualidades hacen que el deporte sea un escenario propicio para que salgan a flote los rasgos positivos para los que cada vez hay menos tiempo y/o espacio. Se fomenta la cooperación y el trabajo en equipo, lo que se traduce en una mejor comunicación y colaboración para aplicarlos en otros ámbitos de la vida.

Además, el deporte fomenta la disciplina y el respeto, ya que es necesario seguir las reglas, respetar a la autoridad de la clase y la planificación que se tiene. Estos valores son esenciales que luego se pueden extrapolar en una convivencia pacífica y armoniosa a nivel cotidiano.

Compañerismo

Es importante estar conscientes de que la vida social es un factor fundamental del bienestar. Sin vida social, sin interacción, sin compartir ideas o pensamientos, no es posible alcanzar esa sensación de bienestar.

Una de las cualidades que hace que el deporte nos conecte es su capacidad de romper barreras sociales. Una actividad deportiva no necesita de reunirse por afinidad en otras temáticas: no importa el origen, religión o estatus social de personas involucradas, lo único que importa es el juego y las ganas de participar.

El compañerismo alivia, mejora nuestra habilidad de sociabilidad, nos despierta ese lado amable, desarrolla la parte entusiasta que todos tenemos y nos ayuda a despejar, y nos recuerda que hay emociones, que hay sensaciones, sentimientos, enfatiza la fraternidad entre pares que hay un espíritu vivo, que nos hace ver los problemas con menos peso, y a simplificar las dificultades que hay en la vida cotidiana  Sentirnos parte de esto gratificante, es un input positivo que nos renueva y nos recuerda el valor real que existe en nosotros.

Activador de las emociones

El deporte también nos conecta a nivel emocional. Cuando se tiene una pasión con una actividad deportiva se viven diferentes emociones y cuando se comparte la pasión con el prójimo, se crea un vínculo emocional especial que trasciende la barrera de la comunicación verbal. Florecen aún más las emociones: Hay alegría, frustración, euforia, tristeza, frustración y eso también nos da esa sensación de bienestar que siempre buscamos. Compartir con los demás miembros de la comunidad hace que exista un vínculo natural que nos hace sentir mejor.

En Acción hemos construido a pulso y valoramos el hecho de que se despliegue una comunidad armoniosa, porque entendemos que también existe una crisis de soledad en el mundo, no soledad física sino soledad sentimental. Estamos dentro de una multitud y muchos siguen con esa sensación de estar solo, por lo mismo se vuelve invaluable contar con un espacio de esparcimiento, de convivencia, porque es parte de conseguir esa mejora a nivel de salud.

En definitiva, el deporte es una oportunidad perfecta para comunicarnos y distendernos. Une a las personas a través de una pasión en común. Fomenta valores positivos como el trabajo en equipo, el respeto y la disciplina, y crea vínculos emocionales especiales. Para nosotros se convirtió en un recurso hermoso que nos da vida y nos permite forjar una comunidad más unida o armoniosa.