En Acción cabemos todos

 

Nos hemos configurado como un proyecto que atiende la diversidad y alzamos una propuesta diferente con procedimientos que facilitan la práctica en sus múltiples dimensiones, formas y estilos. Esa es una de las gracias de este deporte: que podemos encontrarlo todo y podemos ir mejorando de a poco cada una de estas características que se van incorporando de cada entrenamiento.

Todos nos hemos sentido un poco agobiados o frustrados con deportes que no entendemos, que exponen nuestras debilidad, que nos calzan o que simplemente no son para nosotros. Y entender que eso nunca ha significado ser incompetente en todos los deportes, es crucial para poder darnos la oportunidad de adaptarnos y así integrar a nuestra rutina la actividad física, sabiendo que para todos existe un deporte ideal.


El deporte tiene múltiples versiones. Existe el deporte adaptado; practicado por sujetos con una determinada discapacidad. También existe el deporte inclusivo, que contempla una discapacidad que les imposibilita realizar una práctica en plenitud y que es acompañado por personas que no presentan minusvalías. Sin embargo, la mayoría podríamos decir que realizamos un deporte “normalizado”, es decir, con las mismas reglas, dentro de las mismas condiciones.


Nuestra identidad como box, principalmente, se ha enmarcado en lo lúdico y en lo socializador. Al no ser profesionales del ejercicio, vamos ajustando nuestra práctica a nuestras propias limitaciones físicas y psíquicas. Todo esto con un solo objetivo: lograr que todos podamos ejercitarnos.


Y esto es algo en lo que no se ha puesto mucho énfasis. La mayoría de la población es analfabeta deportivamente hablando, sobre todo si uno no fue criado en torno al deporte. Las personas en general no fuimos formadas ni nutridas sobre la inmensa cantidad de deportes que hay y al no conocerlos o no tener acceso a ellos, probablemente muy pocos pudimos saber qué tan aptos y dispuestos física, y psíquicamente estábamos para ejecutar alguna disciplina.


A medida que vamos creciendo -aunque a la mayoría se les pasa de largo esa opción- nos ponemos a pensar y evaluar la posibilidad de conocer algún deporte con más interés y, aunque se deben dar una serie de factores para que esto surja, como por ejemplo amigos que nos acompañen, un espacio físico a la mano, herramientas para poder llevarlo a cabo, que muchas veces se van transformando en excusas que estropean la constancia de la práctica activa.


En esa línea, gracias a que el ser humano es capaz de hacerse preguntas y responder a sus necesidades y al entender que todos tenemos derecho a practicar algo, vamos tomando decisiones, incluyendo una rutina deportiva y ajustando ciertos parámetros, provocando un clima de alta intensidad propia del deporte en su esencia independiente de las condiciones personales con las que uno nació, o en las que se encuentra por uno u otro motivo.


Y ahí es donde entramos nosotros. Algo increíble que tiene el crossfit es la versatilidad. Nos hemos dado cuenta cómo se involucra fuerza, cardio, técnica, prolijidad, intensidad, resistencia, potencia y un sinfín de escenarios a los que uno se expone cuando se dispone a experimentar un WOD, por eso de alguna manera todos somos más competentes en algunos momentos que en otros, aunque esto va más allá de eso.


Acción, una escuela inclusiva


Hemos visto que la educación es el motor del deporte. El box pasa a ser una escuela con distintas salas de clases, con pizarra, plumón, profesores y alumnos. Se transmiten conceptos, conocimientos, técnicas, se fortalecen características individuales y se explotan las capacidades.


Es un tesoro valioso esta oportunidad de encontrarnos en un espacio común independiente que ayuda a generar un ambiente dispuesto al aprendizaje. Esa es de las cosas más lindas y llamativas que logran los deportes: el poder ir practicando en conjunto e ir llenándose de conceptos que se van instalando con el correr de las semanas, meses y años. Esto, por consecuencia, está claro que contribuye a formar nuestra faceta deportiva.


Y por otro lado, la diversidad de seres que se involucran es inmensa, y por eso, el nivel de integración al que podemos llegar estableciendo un escenario óptimo para el global de nuestros alumnos es parte de nuestra principal motivación. Todos necesitamos conocernos, todos necesitamos aprender, entender el crossfit, adaptar los movimientos, saber cuando poner intensidad, cuando dosificar, eso es parte de lo que vamos inculcando e intentando hacer que cada uno conscientemente vaya integrando estos aprendizajes para dar un buen papel dentro de su espacio de trabajo.


La opción que tomamos ha sido orientar el box hacia una diversidad de opciones para que las personas que puedan llegar a practicar deporte, cuenten con una atención y una actividad ajustada y donde puedan llegar sin tantos complejos, sin tantas incertidumbres ni trabajas a moverse un poco más.


En el mundo siempre está ese espacio al que uno pertenece. En el que uno puede rendir mejor, ser algo destacado, o simplemente donde uno se siente más pleno, cómodo y con la dosis justa de exigencia que uno necesita para seguir luchando.


Nuestra visión implica impactar a la mayor cantidad de gente con deporte. Entendemos que todos vivimos con complejos físicos, psíquicos, socioculturales, etc, y poder trabajar desde esa base del día a día brindando herramientas, poniéndonos a disposición de la comunidad es un regalo que siempre hemos valorado y lo seguimos poniendo como un fundamento de este proyecto.

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