Renacer en medio de la adversidad: ¿Un nuevo comienzo?

 He estado reacio a escribir estas palabras, siento que en gran medida declarar esto como un nuevo comienzo es asumir que de acá en adelante las cosas cambiarán y ya no nos veremos enfrentados a los constantes cierres, esta época nos ha enseñado a vivir con la incertidumbre pero aun así es difícil acostumbrarse a ella, incluso con todas estas sensaciones pienso que es un nuevo comienzo. 

Aquellos que conocen Acción saben cómo partió este sueño hace unos años, empezamos en un taller mecánico en el barrio Italia, la mitad del espacio que tenemos hoy en día, en ese entonces era un espacio poco acogedor, con muy pocos implementos, sin aplicación para las clases, con pocos recursos, pero con muchas ganas de mejorar, con hambre de más.

Allí empezó todo y durante casi 7 años fuimos construyendo el proyecto de que tanto anhelábamos, hasta llegar a marzo del 2020, en ese mes teníamos un gran proyecto en marcha, más de 1.000 alumnos que entrenaban mes a mes en la sucursal de Providencia, prácticamente no cabía un alfiler, nuestro proyecto en la Florida cada día más consolidado y con una comunidad a toda prueba, lentamente posicionábamos a Las Condes como nuestra tercera casa, cada día llegaban más alumnos y pese a comenzar en medio del estallido social, la sucursal cumplía mes a mes con las proyecciones esperadas, en ese momento teníamos un equipo sólido, nuevos proyectos en carpeta y todavía mucha hambre.

Pero llegó el COVID y todo cambió, lentamente y como una larga agonía hemos ido perdiendo mucho de lo que habíamos construido, nuestras sucursales han sentido el paso del tiempo y el deterioro del no uso, hemos visto como nuestro equipamiento, que tanto nos costó tener, ha sufrido las inclemencias de los espacios abiertos y el no uso, punto a parte todo el equipamiento que aún no logramos recuperar, nos entristece ver como algunas personas no lo devuelven después de un año de arriendo, poco queda de nuestro equipo de trabajo, ese que nos costó años construir y desarrollar, son sólo unos pocos guerreros que siguen al alero de este sueño. Por último y no menos importante, nuestra hermosa comunidad, que se vio directamente afectada por todo esto, perdimos el vínculo, se esfumó parte de lo que nos unía. 

Son épocas en las que todo parece en contra, muchas veces me cuestioné el no estar dispuesto a volver levantar este proyecto si algún día terminaba, me declaraba incapaz de hacer todo esto de nuevo,  ¿Les cuento algo? Cuan equivocado estaba. 

Hoy nos volvemos a levantar, pero no hoy, nunca dejamos de creer, hemos tenido miedo, hemos sufrido y por supuesto que también hemos llorado, todo esto ha acarreado muchísimo dolor, pero también nos ha llenado de resiliencia, nos ha entregado fortaleza y ha reforzado nuestras convicciones.

Ahora el box no está tan lindo como solía ser, lo construiremos nuevamente, ya no tenemos todo el equipamiento que solíamos tener, lo recuperaremos, perdimos una parte de nuestro equipo, con aquellos que siguen creyendo, volveremos a construir uno mejor, a prueba de todo; pero hay algo que debemos tener claro, este proyecto lo hace nuestra comunidad, lo hacen las personas, que creen, apoyan y se la juegan por este lindo lugar, por construir una sociedad dónde el deporte y la actividad física tengan el lugar que se merecen. 

Levantemos Acción todos juntos, una vez más, hasta que nada ni nadie lo pueda derribar. Aún tenemos esa hambre del inicio.